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Proyecto de diseño de interiores de una vivienda está situada en la zona de Alaró y posee unas vistas únicas hacia la Sierra de Tramuntana.

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Esta vivienda está situada en la zona de Alaró y posee unas vistas únicas hacia la Sierra de Tramuntana. Rodeada de almendros, algarrobos y olivos es uno de los parajes más idílicos de la isla.

Se trata de un proyecto donde encontrar la calma y refugiarse del estrés diario a la vez que disfrutar del campo y la familia.

La fachada tiene un estilo típico mallorquín y está revestida mediante la piedra de la zona. Para darle un punto aún más mediterráneo se pintaron las persianas del color reverso de la hoja del olivo. En la fachada principal se encuentra una pérgola de hierro y cañizo donde resguardarse del sol y disfrutar del entorno gran parte del año.

El proyecto se divide en dos plantas de unos dos cientos metros cuadrados cada una.

Nada mas entrar y tras un pequeño recibidor se encuentra el salón de aspecto diáfano y sin decoros superfluos. Los tonos neutros utilizados hacen que las vigas de madera recuperadas se conviertan en protagonistas y adquieran una gran presencia. Poco elementos decorativos se encuentran en este espacio. El más llamativo es un nicho de obra integrado en la pared y con varios estantes de madera de olivo sin tratar.

A continuación del salón se encuentra el comedor y la cocina. Estos dos últimos totalmente unidos y sin tabiques intermedios. El salón y el comedor quedan separados visualmente mediante el cambio del pavimento utilizado. Del microcemento al canto rodado.

En medio de este espacio se encuentra una isla donde se ubica la placa de cocción. Este elemento fue una petición imprescindible del cliente. De esta forma la cocina queda abierta al comedor y este espacio es ideal para la vida en familia. El mobiliario de la cocina es de roble macizo y queda contenido por tabiques revestidos en yeso que le dan un aspecto rústico y agradable. Tanto las encimeras como el fregadero son de piedra maciza abujardada y envejecida. El diseño de la cocina al igual que todos los elementos de mobiliario fijo del interior han sido diseñados por Jorge Bibiloni Studio para esta vivienda.

Los materiales naturales se repiten en todo el proyecto manteniendo una misma línea sobria a la vez que cálida en cada uno de sus espacios. Este es el secreto para crear una atmósfera uniforme y relajada que tanto deseaba el cliente.

En la planta primera se encuentran las habitaciones y un salón central más informal para la familia. Se accede a el mediante una escalera en microcemento rodeada de paredes y con una ventana fija que enmarca las vistas al exterior.

En las habitaciones, al igual que en el resto de la casa, las puertas interiores son de roble macizo con manetas de forja negras, Los armarios de las habitaciones son de celosía de roble, un elemento muy típico en la isla de Mallorca.

En los baños se ha continuado con el microcemento, la piedra y la madera. En este caso, los laterales del lavabo han sido punzonados y luego apomazados. Se trata de una lavabo en piedra maciza de Binisalem. El plato de ducha se ha realizado también con esta piedra típica de la isla. Los tonos neutros contrastan con las griferías de color bronce utilizadas.

En definitiva, una arquitectura y un interiorismo de líneas mediterráneas en el que la luz natural adquiere un papel muy importante gracias a los materiales utilizados.